El Rock está conformado por diversas historias, las cuales han forjado su leyenda, por lo que uno de esos capítulos tiene que ver con Nirvana y un paso decisivo en los inicios de su carrera.
Previo a su llegada a la cima como una de las mejores bandas del mundo, Nirvana tuvo entre sus filas a Jason Everman, quien se desempeñó en teoría como seguido guitarrista, para apoyar las ejecuciones del líder Kurt Cobain.
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Sin embargo, la química no dio para más y entonces tuvieron que volverse un trío. De esta manera, el 18 de julio de 1989, Everman dio su último concierto con Nirvana en el Pyramid Club de New York, para después dar un paso bastante diferente en su carrera.
A pesar de esto, el músico está incluido en los créditos del disco debut ‘Bleach’, aunque no tocó en ninguno de los temas.
Esto fue porque Cobain reveló en su momento que lo hicieron para compensar a Everman por pagar 606.17 dólares para la grabación de dicho álbum.
Después, en abril de 1990, Jason Everman fue reclutado en Soundgarden, pero alrededor de un año después llegaría su decisión más importante, pues se unió al ejército de Estados Unidos.
Tras su alejamiento musical, Everman se convirtió en un ‘héroe de guerra’ en Irak, ganándose el derecho de ser condecorado como tal.
Fue así como se dio el inicio y pronto final del músico Jason Everman, quien se dio cuenta de que la vida no lo llevaría por ese camino y optó por uno muy alejado de este tema, pero que le dio el reconocimiento que merecía.
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